jueves, 14 de julio de 2011

La normalidad me importa un pimiento :3

Lo normal sería escribir sobre mis vacaciones. Contaros que Tenerife es precioso y fantástico o explicar que estoy en Madrid pasando calor y echando de menos a mi mejor amiga , que está en su pueblo de Cáceres.No os diría que no lo estoy pasando bien, porque sería mentir,  pero contaré todo esto en otro momento, ya que la normalidad, a mí, me importa un pimiento.


En realidad, ni sé sobre lo que quiero escribir u_u.


Piensa...piensa...piensa...piensa...


Bien. Voy a contar algo. Puede que resulte aburrido, pero no me importa :3


El 15 de Junio, tuvimos el festival  de baile. El último para mí. Como soy estúpida.gilipollas.imbécil, al final del festival, me eché a llorar. Me producía una nostalgia angustiosa pensar en que no iba a volver a vivir lo que allí estaba viviendo, ni a contemplar desde dentro, lo que en ese momento me rodeaba. Me horripilaba la idea de no volver a dar clases con Marisa, nuestra profesora (que en realidad es como si fuera , también, nuestra amiga) y  me sentía egoísta por 'abandonarla'.
He estado pensando mucho en ello, desde entonces, y, analizando, me he dado cuenta de que soy muy  afortunada. Ya que Marisa entiende mi situación, es más, ella fue quien me dijo que debía acudir a una escuela formal si quería bailar en serio, y también me insistió en que puedo ir a sus clases siempre que tenga un rato. También me siento muy agradecida por que mis padres sean tan generosos conmigo, llevándome a esta escuela; y porque intenten comprenderme, aunque no siempre lo consigan :) Y como no, quiero decirles a mis amigos que les amo, y que sé que les tengo fritos con todo esto, pero que sin ellos no podría seguir ..




Para sorpresa de los chicos, que estaban escuchando con interés, el señor Keating saltó de repente sobre su mesa.
-¿Por qué me he subido aquí arriba?
-¿Para sentirse más alto? -aventuró Charlie.
-No, mi joven amigo, no ha acertado usted.Me he subido a la mesa para recordarme a mí mismo que tenemos que modificar constantemente la perspectiva desde la que miramos el mundo. Porque el mundo es diferente visto desde aquí. ¿No me creen? Pues levántense y vengan a comprobarlo
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